Damien busca en la basura.
No sé muy bien porqué en medio de la basura...
Hay tantas cosas allí.
Y nunca sabes muy bien a que te refieres con la palabra "cosas" porque son muchas, aunque no puedas imaginar a ciencia cierta alguna de ellas.
Las especulamos.
Esa es la gracia de mencionar las "cosas".
En lo personal me gusta nombrar sin decir algo puntual.
Exteriorizando los espacios en blanco.
Damien busca y encuentra un globo/cabeza/persona.
Pienso que ello quería dejarse encontrar.
O probablemente sólo existía (eso suelen hacer las cosas).
Perderse para encontrarse. Consigo mismo, con cualquier otra cosa.
(Ese tema me parece complejo y jamás gusto de tocarlo)
Como la gente trasnochada... llevamos las cosas que queremos a pasear, se inicia el peregrinaje cortito.
No se puede ser felíz sin compartir el movimiento.
Tampoco sin llevar algo de la mano.
Y caminar.
Se requiere al menos cesped, brisa, idealmente mar, o un lugar para perecear.
Si te mueves pero también tienes la opción de detenerte de repente, todo es mucho mejor.
Al final algo revienta . Y quedan laas partes.
Es extraño porque las partes componen el algo, y sin embargo las partes por separado no son iguales al algo por completo.
Saturday, October 27, 2007
Saturday, October 20, 2007
Yan Tiersen tiene un circo en la cabeza. Y Charly una canción para cada cosa que me pase a mi, a vos, a nosotros, somos todos. Piazzola anda siempre con mi corazón en la punta del dedo. Y hay tantas arañas en Santiago.
Luces verdes.
Una estrella.
Dos botas (una larga, otra negra).
Tres caramelos.
Dos mensajes.
Un papel debajo de la puerta.
Dos lámparas grandes de papel. Los dibujos pegados de la pared. Un cuadro francés. Papeles, la tele.
Una envoltura de coyac preciada, fucsia, con letras amarillas.
La maleta en el suelo. Celular negro. Abrigos.
Colores.
Un baño blanco.
El techo es alto, ¿les conté?
"Y ya es primavera,
Y la mesa, cera,
Y la vela, nada."
Monday, October 15, 2007
Me gusto más si miro atrás.
Todo era sencillo, personal.
Los ojos no importaban, nadie miraba.
O los que miraban no me interesaban.
Ahora tampoco interesan, pero sus ojos siguen ahí.
Detesto ciertas miradas.
Que puedan venir y verme desnuda.
Como en esos sueños en los cuales de repente tu ropa desaparece sin motivo alguno en frente de muchas personas.
Estas en pelota pero no lo notas hasta que los demás te hacen notar que lo notan.
Y quieres vestirte pero puedes y no puedes.
Entonces me pongo cualquier trapo encima.
Entonces ya no quiero que me vean.
Entonces me apago.
Me gustó leer ayer el archivo de mi blog.
Cambia, todo cambia.
Pero hay cosas que no van a desaparecer.
Tengo un amigo que no responde emails, a menos que se los envíe alguien desconocido.
Me hace sentir que soy dos personas a la vez, ninguna de las cuales quiere conocer.
Se encuentra y pierde de todo y de sí tan sencillamente...
Es un ser al cual nunca sé que le quiero decir. Y me sorprenden sus virajes.
Me gustan mis post desordenados, esos que son inexplicables.
Y me mudo, también.
Y recién extrañarás a tu perro el día
De su cumpleaños"
Saturday, October 13, 2007
Sí, me da cosa ir a casa.
"Cosa" viene siendo una sensación entre el miedo pequeño (el miedo viene en tallas, se los juro), pereza, alegría, ansiedad, relax. Miedo porque al fin y al cabo soy una extraterreste en mi propia casa y porque despues de todo lo que he hecho me veré obligada a responder interrogatorios dignos de la Gestapo. Pereza porque no sé si voy a sentirme bien y encajada en mi entorno familiar... los viajes cambian a las personas, ahora lo sé por experiencia propia.
Alegría de no ser tan responsable de mí misma y por sobre todas las cosas, volver a atragantarme al desayuno con esas arepas de queso inmensas.
Ansiedad ante las caras familiares again casi un año despues... todos han estado muy pendientes de mí, se han quejado por ciertos silencios, me han notado interesada en otras cosas, etc, etc, etc... y yo, en el fondo, he estado más salida de mi misma y mis sentimientos que nunca...
Relax porque ando con conflicto de explorador y admito que he descubierto más de una cosa acerca de mis asuntos (suena egocéntrico, pero claramente no me interesa y de hecho, afortunadamente es egocéntrico, me daría pena no concentrarme en mi jamás, como antes) Tengo tanta libertad que me pregunto si allá voy a poder retomarla. Me estresan las preguntas y siento que aún tengo todo intacto en mi cabeza, tanto, que aún no quiero hablar. No de ciertas cosas. La parte más difícil es que no quiero permanecer, y no sé como se tomen eso.
La otra es que me han cambiado algunos gusto, y la aparte es que quiero seguir en movimiento.
Lo demás es que extrañaré a mis amigos de aquí (aunque al fin y al cabo, a la larga, todos nos vamos) y, porsupuesto (que extraño) el país.
ültimamente quiero más a Chile que nunca.
Me enternece la gente, ando juntandome más a menudo con mis amigos locales y grito "¡Carrete!" como si en verdad no conociera otra rumba.
Además me acostumbré a ser extranjera, y creo que despues de tanto tiempo, el rótulo me queda.
Pido disculpas si jamás pude comprender la suceptibilidad chilena y tenía que enfrentar las cosas llamandolas por su nombre y de frente, para miedo y ofensa de algunos (especialmente algunas mujeres muy sensibles jijiji, sorry), tampoco pude ser enteramente puntual pero mejoré, y mucho.
La nostalgia no me ganó y aprendí a querer cada cosa en su momento (en especial entendí que las cosas tienen un momento y les aseguro que esa lección es básica para mi); también me relajé respecto a los ritmos personales y ya no cargo el mundo a mis espaldas. Y viví, muchas circunstancias. Lo malo es que aprendí a dejar de querer a varias personas, y deseché por completo a otras. También tomé la costumbre de repartir codazos en la calle, y espero perderla en cuanto pise mi tierra (porque allá no se usa y porque si "se me sale" puedo esperar , a lo mínimo, un energico reclamo).
Lo malo es que nunca voy a volver, ni quedarme del todo, ni aquí, ni allá, porque ya me quedé regada por todos lados
Y le tomé amor al estado nómada, del cual siento que no quiero desprenderme.
Saturday, October 06, 2007
BORRAR-SE
Son las cosas que me suceden, y también las que ocurren a los demás.
Que nunca están de-más, jamás.
Estuvieron preguntandome, por ejemplo, cuando planeo permitirme estar lista para hacer algunas ciertas cosas. La pregunta contiene su carga de sarcasmo, necesaria para despabilar personajes como yo, que tienen momentos sumamente anclados.
Ya estoy lista para hacer mi balance cliché sobre todo cuanto ha sucedido, tomar las decisiones pertinentes y empezar a dejarme ir.
También tengo vistos mis obstáculos, los asuntos de mí que me gustan y los que me molestan, las falencias, los fuertes y la energía de salir a flote sola.
Porque los demás nunca estan de-más pero siempre estamos solos. A menos que aparezca un alguien más que especial en la vida y sea un soundtrack constante... la parte importante es que me dí cuenta de que el está, que ha estado, que llegó de repente, como las mejores cosas suelen aparecer, sin cartel.
Descubrí que siempre necesito, por ejemplo, tiempo. Y que no lo tengo.
Que no puedo esperar por quienes a veces quiero, sino disfrutar a quienes estan.
Que las personas egoistas se pierden entre cosas prestadas y dejan ir de sus vidas las propias.
Luego se encuentran con que son nadie, y se quejan (más encima...).
Que la magia que tanto buscaba no está en alguien más, sólo en mi (extrañamente hoy sé que los mejores momentos que paso los paso por mi, no por cualquier compañía, y eso fué muy extraño).
Que despues de todo, soy tímida, tengo miedo al fracaso, y ese miedo me ha inmovilizado hasta el punto en que hoy la vida misma me tuvo que mostrar las cosas, porque yo entendía nada.
Y que la opinión de los demás, cuando estan de-más (ya lo pensé mejor y si pueden estarlo) no interesa, no por aquello de la rebeldía, sino porque la vida no es un permiso, es una película que debe ser tan freak como sea posible para que valga la pena Y que en ella deben pasar cosas, muchas cosas, de todos los estilos, para gozarla.
A Chile le voy a agradecer siempre las personas que he conocido, de todos los tipos, y las conversaciones.
El encuentro con la caipiriña, el pisco y la cerveza con miel. Patinar indignamente en el hielo, ver la nieve, tener frio, tomar té. Los días de sol, los robos con violencia, aprender que el reggaeton sí es detestable, que por ningún motivo se deben ver mis panties (de calzones, no de los otros, los otros no importan, y no se ven), que aunque yo no me lo explique la xenofobia existe (pero que siempre puedes aprovechar el hecho de ser mujer, e internacional), los cambios de estación dan gripa (y que, de hecho, existen las estaciones) y hay que ser siempre más fuerte.
Que la verguenza sólo provoca verguenza y hay que perder de a pocos toda dignidad orgullosa para estar siempre en mejor posición. Que a veces soy mi amiga, otras mi enemiga, pero que de ahora en adelante sólo debo ser mi mejor amiga..
Que los hombres maravillosos existen (yo tengo uno, se los juro, sólo uno, pero de hecho sólo necesito a ese uno), que si valen la pena no gritan que te aman y en cambio te regañan, que te quieren exactamente como eres, no tratan de proyectar figuras idealizadas en ti, se guardan en sí y luego se comparten contigo y cuando discutas con ellos una vez te miren de nuevo se van a reir, porque ningún altercado es más fuerte... y que nunca dejan todo tirado y viran, porque eso es sólo es un atisbo de comportamiento inestable (y que la inestabilidad no es romántica, es patológica).
Que aquí jamás voy a poder ejercer a gusto mi profesión y por eso debo irme (no se asusten, no aún, pero prontito), pero fue aquí donde finalmente supe lo que quería hacer.
A Chile le agradezco todos y cada uno de los golpes que me ha dado, porque sobre este suelo es donde realmente logré crecer.