Tuesday, April 22, 2008

Calle

No sé titular.
Las cosas/personas/situaciones/etcéteras se me antojan tan complejas que no me funciona eso de traer a colación una palabreja y simplificar el caso.
Por ejemplo si quiero hablar de lo que veo en la calle no soy capáz de referirme a una sensación, simplemente sería la calle como tal.
Pero eso es inexacto y entonces... bueno, simplemente es inexacto, no importa tanto.
Últimamente veo más personajes que de costumbre. Podría deberse a que ando abstraída y todo me parece externo.
El chico del computador dorado.
La chica vestida de rojo, fumando marihuana y andanado en bicicleta por Lastarria a las 10:34 p.m ayer.
Las manos del cafetero.
Las puntas del pelo de la señora que vende frutas en la esquina.
Las voces desde el televisor, que nunca dicen algo. Viras para "mirarlas", les quitas la voz, y parecen payasos atrapados en un pequeña botella, saltando, riendo y gritando.
Las mujeres de piernas gruesas y botas
Las mujeres con piernas flacas usando botas.
Los peinados extraños de los hombres.
La gente que vende cosas en la calle.
El chico de los cuadros.
Angela siempre usando vestidos tan extraños...
Los afiches dispuestos en las paredes de mi casa.
Mi colección de postales, creciendo y crecida.
El par de gatos que me esperan al salir de casa. Uno muy gato, el otro híbrido bizarro hámsteriano.
La ventana... y especialmente los techos que veo después.
Los recorridos largos.
El frio.
La señora que toma café sola sentada en un banco, todos los días a las 1 p.m.
Las micros.
La gente del Metro.
Los saquitos que llevan todos.
Los actores del teatro de la esquina.

Tuesday, April 01, 2008

Aún suena

No posteo porque no tengo tiempo.
A veces tampoco tengo muchas ganas y en otras no se me ocurre algo que quiera contar.
Pero por el rock siempre puedo expresarme.
Lo quiero tanto como siempre.
Todos los días.
Aún me parece verlo de vez en cuando, en personas random que quizás se parecen en algún detalle físico a él, pero debe ser sólo eso, porque nadie era como él.
Nadie va a serlo.
Hugo era único, un lujo.
Rey de los chanchos.
El niño de las respuestas simples y profundamente ciertas.
El rock.

Incluso pude ir a su despedida y recorrer su habitación, mirar las cosas que dejó, empacar algunas otras, encontrar algunos pequeños secretos escondidos y un cuento que me arrepiento de no haber deslizado en mi bolsillo (pensé -pienso- que su familia merecía ese tesoro más que yo).
Calcetines, tazas, chaquetas de invierno, guantes rotos, juguetes armables, dulces, fotos, papeles, postales, un celular viejo.

Esta mañana cuando salí de mi casa sentí que, despues de recordarte, me preguntaste qué he hice en todo un año despues de tu partida.