Saturday, February 16, 2008

Abajo

Ir abajo es como ir arriba en realidad.
El sur de Chile es más un aprendizaje que cualquier otra cosa.
Sus casas pequeñitas, el orden de sus árboles, los volcanes, el hielo.
Ir al sur es comprender de que se trata la vida, repensar, evaluar, descanzar y sobretodo despejarse.
Eso suena cliché -en efecto, lo es.
Pero suele ser así en mis viajes -aunque la parte de descanzar en verdad no tanto.

Cuando se dirigen los pasos hacia el "final" de las cosas (en este caso, de la tierra americana) las necesidades dejan de serlo, del mismo modo que las urgencias sólo permanecen si, además, son importancias.
Lo que necesito para estar bien, lo que quiero, lo que me gusta, lo que no.

Ordenando el chiquero.

Tuesday, February 05, 2008

Habló

Tuvieron lugar las multitudinarias marchas de rechazo a las Farc, en Colombia y muchos países más, los cuales no enumeraré aquí porque a) No sé cuantos, b) no es el tema cuantos ni cuales, c) no me gustan ese tipo de datos, d) me da flojera.

No marché porque me encontraba fuera de Santiago, refundida tratando de evitar más alergias de calor.
Pero, la seguí por tv e internet, que es como de cerca, pero también bien raro y bien lejos.

Llaman mi atención dos cosas. La primera es la masiva asistencia de mis compatriotas, que la historia dice, no suelen asistir a nada a menos que les den plata por ello (no me cuenten xq en serio tengo alergia, es este sol tan "inyourface"). La segunda, el boicoteo y miedo a participar de otra parte de externos y compatriotas (a) y familiares de secuestros (b).

A los 20 días (aprox) de lanzarse la campaña por facebook, invadieron mis mails correos (no sé xq siempre me llega cuanta basura hay) de personas que pedian no participar en la marcha, pues ésta no representaba el repudio a la pobreza, los vicios del gobierno, el delfín rosado, entre otros ítems que, si bien son válidos, no justifican la no expresión de repudio contra las Farc y el Eln.
Porque lo que ayer se expresó no fue rechazo, fue repudio. Circunstancia que nos lleva al otro punto: el miedo de los familiares de los secuestrados que anunciaron no marcharían y, por el ladito, denigraron la movilización, ya que en opinión de ellos, ésta contenía mensajes agresivos y de odio que tienden a polarizar el país.
Aunado a lo anterior tenemos hoy que ante el anuncio de nuevas liberaciones o "gestos humanitarios a causa del mal estado de salud de algunos secuestrados", ya se encuentran en Venezuela los parientes de los 3 liberables pues naturalmente Chavéz y Piedad son los delegados para la performance de esta nueva hazaña circense rasca-mediática.

Colombia habló, y odió públicamente a la guerrilla (en este caso el nombre era Farc, por ser la más grande y mediática, pero debe entenderse que de la torta también lleva el Eln, y que lástima que no hayan nombrado también a las AUC), porque no debe caber duda que la guerrilla es una plaga odiada, repudiada y rechazada a la cual sólo pueden querer sus integrantes y quizás las familias de éstos, escoria de nuestra sociedad que con su propia indiferencia ha permitido que durante 60 años esta minoria capitalice el narcotráfico, el dolor, y las seudo-políticas salidas al paso.
Bueno que los espectadores de países lejanos que pensaban que la guerrilla representa parte de la sociedad colombiana, vean como el pueblo marcha para gritar cuanto odia a esa gente y cuanto desea que pronto dejen de actuar.

Mal por las familias que se dejan intimidar y tontamente buscar escapar de represalias y por ello se abstienen de participar, y se atreven, además, a decir que no se debe rechazar públicamente a las Farc pues los afectados serán los propios secuestrados.
Aunque el dolor es entendible, ese miedo demuestra la capacidad de chantaje de la guerrilla, al punto de silenciar a sus víctimas e insertarlas en un juego de fuerzas en el cual éstas ceden, callan y otorgan, a la espera de migajas de misericordia que han tardado, en algunos casos, hasta 10 años en llegar.
¿Cuanto más quieren esperar comiendo miedo las familias? ¿Se olvidaron ellos de las miles de personas ya muertas a manos de estos grupos? ¿No quieren entender que el tema de la guerrilla sirve para fomentar la pobreza, corrupción y poca inversión social en el país? También ellos deberían comprender que el postre de estos grupos es el miedo de la gente y su silencio, que no les devolverán a sus parientes a menos que accedamos a ser 46 millones de secuestrados que no hablan, dejan que cualquier vecino meta la boca y la mano en sus asuntos y permiten que más tiempo trascurra.

Y más o menos para todos nosotros, que tuvimos que esperar tantos años para salir a decir algo y defendernos de las malas interpretaciones internacionales y reclamarle al gobierno su lentitud y pocos resultados definitivos.
Este es un espaldarazo para Uribe sólo si aprovecha la ocasión para acabar con la guerrilla por la razón o la fuerza. Es también el momento para terminar la espera y juego del tema "secuestrados" y un mal trago para las guerrillas, con su Chavez y Piedad amigos, pues ni tras el comunicado de nuevas liberaciones (realizado, curiosamente, la noche previa a las marchas) o la entrega de todos los secuestrados, vamos a dejar de pasarles memorial de agravios por el pasado y todos los crímenes de los cuales les llevamos, en silencio pero atentamente, la cuenta.