Thursday, March 29, 2007

Perdoname por el trasnocho.
Es que simplemente soy así y no duro mucho tiempo sin sentir de nuevo ese color nostalgia latiendo dentro de mi.
No puedo explicar cómo el color late... no puedo explicar muchas cosas... no puedo explicarmelas, y no puedo divagarlas...
No entiendo.
Y ya.
Porque de repente se me atora el mango.
Empiezo a dar vueltas, contar arcoiris, mirar estrellas.
Veo barcos, viajo a puertos, leo ojos, duelen ciertos silencios.
Es parte de mi, lo siento.
No puedo evadir lo que llevo dentro por mucho tiempo.
Y me enfada.
Y me extraña.
Y extraño.
Y no sé que hacer.
Posteriormente empiezo a perturbarme lentamente... comienza la pensadera, se me aflojan las tuercas internas.
En todo caso, no he dicho cosa alguna.
He estado mirando en silencio, sólo eso.
La monedita no ha pasado por el agujero.
La mantengo en la mano, apretada... la mantengo lista... la mantengo.
Estoy inhibiendome con exito, pero temo es un exito pasajero.
Me apuesto un peso a que no paso un día más acostandome en llamas, a lo Cerati.
Y dos pesos a que apenas la moneda pase me va a sobrevenir algún arrepentimiento.

Saturday, March 24, 2007

Me gusta la palabra "chata". Imagino la Tierra y su chatéz, y me da risa pensar que uno también puede ponerse chato. Es más gracioso al menos que estar "harta", "mamada", "aburrida", "bordeada".
Tambien me gusta decir que algo es penca, o que alguien se comporta demasiado longi y/o flayte.
Me encanta eso de la punta del cerro y mascullar que el transantiago es una estafa chuchesumadre.
Además, no hay nada como gritar "andate a la cresta" entre risas y mentalmente saber que esa expresión para mi significa nada.
Igual y aún me parece raro el "poh" y me niego a decir "cachai".

Esta semana he pasado varias veces por el mapocho y ya le encontré encanto (créanme, cuesta pero se le encuentra).
Varias personas me han estado preguntando ultimamente como llegué hasta aquí. He repetido la historia de la estafa como mil veces y todos me dicen que soy valiente y que mi vida es una aventura.
Entonces me pregunto qué es una aventura.
Porque yo ultimamente creo que he cometido como dos errores así bien importantes y aparte he mamado gallo (o webiado, depende del pais que ud. prefiera) inconscientemente un resto.
Además también creo que puedo ser muy pendeja (de ingenua) y extraño a mi mamá :)
De manera que, en resúmen, pinta y mente de aventurera no tengo, y aparte lo único que me pasan son chascos y vainas que sólo me suceden a mi y a un gato borracho (lo que no implica ebriedad alguna de mi parte, es un ejemplo no más).

No tengo tema pal post, incluso ayer comenté que iba a dejarlo tirado (eso lo digo cada mes, ya me di cuenta). Pero anoche burlandome del feo template supe que le tengo cariño.
No soy de pasar por muchos blogs y dejar comentarios.
También me parecen re-falsos algunos de los besos y abrazos que la gente se regala por doquier por este medio; es improbable que uno realmente quiera mandarle besos a todo el mundo, como si no exitieran esas personas que son especiales para uno y a las cuales se les dan besos aunque sea en la mejilla. Como que por aquí los abaratan más de la cuenta y todos se los dan a todos... eso a mi me genera desconfianza y en el fondo me habla mal de las personas que lo hacen.
Digan que esa postura es intensa, pero analicenlo y verán que algo de sentido tiene.
No falta la tipica sexy, o el tipo mataor, el depresivo, los coquetos, infames, miserables, suicidas, intelectuales, los de la vida cool (que en realidad no tienen nada que hacer y maximizan cualquier moco que se sacan sólo para parecer interesantes), las lesbianas, emos, etc, incomprendid@s (hey, ya a nadie le importan tanto las preferencias sexuales, tu depre adolescente ni cualquier existencialismo, y en caso de que importaran tanto como para hacer escandalo ¿merece la pena pararle bolas a alguien que se escandalice por eso? ¿es mi idea o tomaron la quejadera de moda?).
También me da sueño leer los intentos copianinos de literatura, o esos poemas de colores sobre esquinas, calles, lagrimas y demases, con la foto de la vieja desnuda o un pinche vaso solo en la tipica mesa de madera con el pedazo de cortina ondeante.
Yo sé que se trata de libertad de expresión y es lindo que todos la tengamos, de hecho, el blog más basura que he visto es, lejos, el mio, pero al menos me doy un punto por no tratar de destacarme a través de un montón de verborrea barata y chorreante.

Yo también he leído el corazón de algunas personas en sus páginas, pero a la vez he visto tristes intentos de vanagloreo autoreferente, y simplemente, me marean.
De hecho, soy más feliz desde que posteo cada 100 años.
Y cuando posteo pongo cualquier inutilidad, como esto.

Saturday, March 10, 2007

Puedo comerme las cosas.
De adentro hacia afuera y luego de nuevo adentro. Con la simpleza del flan. Puedo tragarmelas rapidamente antes de que salgan por las comisuras de mi boca mil pedazos de esas cosas.
Ya se sabe que nunca conviene dejar salir todo aquello que uno se tiene que comer.
Por alguna razón importante las cosas son comida y es necesario comerlas.

Suele suceder, sin embargo, que las cosas una vez dentro de la boca empiezan a conversar. Entre ellas y conmigo, sólo porque soy hospitalaria, sólo porque las cosas que como son mis propias cosas.
Y se niegan abandonarme... ellas sienten que nos pertenecemos.

Las cosas me hablan, me halan y se balancean colgadas de mi uvula... ellas creen que se usa de columpio, parecen no darse cuenta de las muchas veces que me hacen daño.
Hace un par de horas una de ellas suspiró y me preguntaba que voy a hacer.

Le pido constantemente que se caye, lleva como 5 días murmurando.
Pero ella aruña y desgarra, formula preguntas, las contesta por sí misma y repite que tengo una llamada pendiente.
No entiende.
Y cuando le explico todo lo que he y no he pensado se rie y me repite que tengo que dejar de una vez por todas de.
Se rie, y entonces suelo reir con ella también.

Wednesday, March 07, 2007

BAIRES

Y como inmigrante en transe que se respete ME TOCÒ salir pa volver.
De esos viajes que uno realmente no quiere ni le interesa hacer, pero tiene que hacerlos.
Y como tiene que hacerlos, los hace sin pensarlos mucho, porque toca y ya.
En primer lugar diré que hagan lo que hagan JAMÀS se suban a un bus de la empresa ANDESMAR. Más adelante les contaré los pormenores de tal aviso, pero recuerdenlo, porque es muy importante.

Por cierto, si aprecian su trasero por favor tampoco viajen en semi cama, ni por probar, porque yo ya probé y les juro que es un martirio que los obligará a cambiar la venida a cama, eso o el suicidio. De hecho, no viajen en bus si van a hacer un sólo trayecto tan largo, la solución es buscar tiquetes aqui, aquí o aquí. Con anticipación, no como yo que planeo mis cosas en día y medio.

Buenos Aires es tan grande como imaginé que era.
Tiene tantos edificios nuevos y antiguos como imaginé que tenía.
Su arquitectura francesa es tan adorable como no imaginé que fuera.
Y tienen menos palomas que Santiago, también más bolsas de basura en la calle.
Centros comerciales que parecen lindos edificios pre-existentes intervenidos. Un metro (subte) de la p(&/&/%/ m)(&)/(%( madre vuelto m(/&(%/& con sillitas forradas en terciopelo purpura (¡?). Grandes avenidas, tiendas de todo tipo y para todo presupuesto, ropa pa el que sea como sea, hermosos faroles, miles de librerías, un clima con ideas propias, bicis, un maravilloso e imperdible Puerto Madero, Recoleta, Palermo, San Telmo y una extraña vida nocturna (más adelante les profundizo ese ítem).

No es una ciudad sucia, tampoco, pero la tienen descuidada... un descuido tal que quien nunca la había visitado (léase mi mercé) notó que estaba descuidada aún sin haberla conocido en mejores épocas.
¿Y cómo sé que tuvieron mejores épocas? Se me antojaba que el tipo de pobreza, desorden y congestión que ví allá quizás no son tan nuevas.

Como soy trasnochada no paré de preguntarme de quién es el mundo mientras veía los grupitos de niños en las esquinas, fingiendo que juegan para luego raparte la cámara o el bolso. O las familias sentadas en los andenes, los chiquitos junto a la boleteria del subte pidiendote monedas, bebés expuestos en la puerta de los almacenes lindos esperando un peso.
Las cuchibarbies de pelo platinado y anoréxica estampa de retiro espiritual en la tiendita de Vuitton. Las ventanas y puertas cerradas enclaustrando los shows de tango como un placer a 200 pesos del alcance de su mano.
Naturalmente el consumismo de Santiago no lo equipara baires, pero aquí no se ve tanta pobreza evidente, en todos lados, de la Boca a Recoleta.

Me quedé con la sensación de una ciudad hermosa y extrema, donde el turista (léase yo) puede comprar lo que quiera (diganme donde cena uno en chile por 5 dólares en medio de candelabros, a verrrr), ver lo que quiera y buscar tango donde sea, mientras uno que otro local se mantiene en espera.

La vida nocturna, que sólo por ser yo detallaré aqui, es una mezcla entre la peregrinación, la búsqueda y el hallazgo constantes. En primer lugar hay que dejar de soñar que en cada farol de esquina hay un tipo de sombrero fumando y mascullando un tango, o que de cada puerta que se abre va a salir la vieja vestida de negro que busca al tipo pa empezar el baile. El tango es un negocio y se paga con cena (igual vale la pena el asunto pero la chibcha promedio se desiluciona al notar que la vaina ya no es tan romántica y bohemia). La milonga es el tipo de espectáculo más sencillo y si su mercé tiene suerte encuentra una de tipo conventillo, con cuerdas y ropa colgadas, evocando la vida de los inmigrantes en las casonas donde muchas familias vivian y peliaban juntas.
Hay bandas en la calle, lucesitas, mucha carne y paseantes. Bares dudosos y respetables. Hostels con entradas abarrotadas de gente planeando que hacer, esquinas cerradas tras cuyas puertas se encuentra más música, centros culturales, recitales de tarde, museos hasta para tirar al techo y embajadas adorables.

No volvería a Baires, no porque no me haya gustado (ya que igual y con todo me gustó, y mucho, ante todo por una cierta sensación de libertad que me produce) pero la recomiendo sólo para quienes gustan demlas ciudades y las comilonas desbordadas y gigantes, ah! y anoto que la mejor pizza de mi vida me la comí ahí, y no tuve hambre como hasta el almuerzo del día siguiente, LA cosa gigante.

Y sólo pa rematar y xq me da piedra una denuncia pública:
Porque apesta Andesmar =
+la comida que dan es una mierda
+la atención es más mierda aún -sólo conocí un sobrecargo agradable, sólo uno de cuatro.
+te hacen un descuento que vale hongo porque igual la pasas pesimo durante el viaje
+y SON LADRONES: cuando volvía a Chile pasé por inmigración argentina como si nada, cero problemas, sello en pasaporte y adios; en la ventanilla de Chile cero lio hasta que me pidieron mostrar si traía dinero (que obvio no traía en cash pero igual andaba con mi tarjeta, la cual no era suficiente sin el extracto bancario. Afortunadamente tenía uno en el bolsillo del pantalón más puerco de la maleta, y fui a buscarlo, para entonces caer en las malintecionadas garras del chofer del bus: "¿Que le pasó?" R/. blablablabalbalabla
"Paseme el papel yo la acompaño, conozco al señor de inmigración" R/. Oh gracias!
En la ventanilla me dijeron que todo bien pero por alguna razón extraña decidieron dizque enviarme con el chofer el documento para que yo siguiera le proceso y fuera pa aduanas. Entonces claro, cundo fui desconfiadamente a reclamar la entrega inmediata de mi documento casi que me lo retuvo el tipo mi pasaporte pidiendo unos supuestos 40 pesos (argentinos) que, según él, habia pagado en la ventanilla para que me dejaran pasar.
OSEA, ¿de cuando acá un argentino cree que puede estafar a un colombiano? Como que se les voltió el mapa...
Obviamente casi amenazo con llamar un abogado (que creanlo o no, sí conozco) y no pagué ni un peso de un asunto tan ilegal y mentiroso, porque podré ser extranjera, pero no soy (tan) boba.