He olvidado varios detalles de mi vida, entre ellos la edad que tenía en ese momento.
Creo que eran 13 años, en realidad no lo sé.
Desperté y pedí dinero para comprarme un cuaderno (debió ser un sábado, porque recuerdo el color de la mañana y aqui ellas son anaranjadas, siempre).
Tuve que ir lejos para conseguirlo, vivíamos distanciados del centro... compré cualquier cosa barata y gigante, tenía que alcanzarme para los lapiceros (olvidé pedir dinero suficiente).
Regresé a casa y simplemente empecé a escribir, de corrido. Nació una novela. Sinceramente creo que era lo más cercano a un pedazo de basura pero la leyó toda mi clase (por esas cosas "de la vida" que uno jamás entiende: la escribía netre clases y un día decidí mostrarsela a mi mejor amiga quien promocionó el suceso hasta que perdí mi cuaderno por dos meses).
Y vino otra y otra y otra, a la manera de una fábrica de letras. Temáticas variadas, atemas y muchas sandeces.
Despues de entrar a la universidad guardé todos los cuadernos y las hojas para jamás volver a mirarlas (salvo en los trasteos o los arreglos profundos de clóset, encontraba los indicios y los ponía de inmediato en su caja, de nuevo, para que no volvieran a salir).
Creo que guardé en esa caja una parte de mi.
Ya no sé porque lo hice.
Quizás nisiquiera me apetece intentar deshacerlo / remediarlo / llamelo como usted quiera.
Era una persona diferente.
Soy una persona diferente.
Nunca he analizado el porqué del término "diferente"... no lo uso para distanciarme de otros, sino en relación conmigo misma.
Pero la cabeza es la misma.
Sucede más de lo que parece suceder.
Usualmente.
Se piensa el triple de lo que se dice.
Se sabe más, mucho más, de lo que se pretende.
Tedio en el silencio, poder en el silencio.
Jugando ajedréz.
En este lugar se siente miedo.
Mi rosado cubre el negro.

Como tengo cara de niña perdida en el océano y siempre me dan consejos, alguna vez alguien expresó que no debía preocuparme por no escribir más, sólo debía vivir: "a veces es más sincero escribir despues de vivir que inventarse una vida escribiendo".
En ese momento pensé que la frase tenía sentido, hoy me parece un híbrido entre la justificación, la mentira y el ego.
Y es que hasta el momento no soy capáz de encasillar, ni tomar partido.
Sigo viviendo.
Y escribiré algún día nuevamente, o quizás nunca.
Principalmente estoy escribiendo en mi cabeza :)