Tuesday, June 06, 2006

Llueve todas las noches durante horas incontablemente largas.
En cierto modo me parece que si no escucho llover, no anochece aqui.

El techo está humedo.
Las torcazas partieron.
Los rios vuelven a crecer.
No existen los silencios.

Soy como la casa cerrada, entre nubes.
Sigo escribiendo y a veces te siento.
Recuerdo que te invité a dormir en una banca, mirando estrellas.
Colgados de puentes, viendo pasar barcos.
Puedo verme de nuevo parada sobre el mar.
Totalmente sobre el mar.
Como si entre nos sólo existiera aire.
Y nada más.
Te escribo.
Así.