MOI

Después de un día entero corrigiendo el eterno texto (mi tesis) me sobrevino la otoñolidad mental.
Y de repente quiero caminar calles viejas, en lugares donde la actividad dure incluso despues de ida la luz del sol, que no mueran, ni se vayan prontamente a dormir. Calles muy largas, a la intemperie y bajo los árboles. Tomando fotos, mirando hacia personas, objetos y situaciones desconocidas para mi.
Recuerdo que el año pasado me sentía un poco angustiada, el mundo parecía un lugar mucho más grande e incierto -en una especie de sentimiento infantil tardío ser tan joven pesaba y parecía una carga-. Este año se erguía ante mi como una monstruosidad en la cual todo parecía forzoso y delicado.
Y luego aparecieron los días nuevos, y todo cuanto pensaba se esfumó. Las situaciones y los procesos van haciendose un lugar por sí mismos, y mis preocupaciones se sienten como parte de la vida de otra persona, que no soy yo. Incluso me divierten las escenas ridículas de personas foráneas, me acostumbré a las freakencias.... Estoy tan bien que tal vez pronto me sienta extraña.